Siete razones por las que debemos aprender del modelo educacional finés – Planeta Sostenible

Siete razones por las que debemos aprender del modelo educacional finés

Nuestro corresponsal en los Países Bajos, Hernán Azócar, nos comparte una publicación traducida del Business Inside publicado el 9 de mayo de 2017, que destaca algunos hitos que convierten la educación en Finlandia, en uno de los modelos más avanzados del mundo.


1. La competición es menos importante que la cooperación

Finlandia comprendió que la competición entre escuelas no favorece tanto el aprendizaje de los niños como cuando las escuelas cooperan entre sí. Esta es una de las razones por las que este país nórdico no tiene colegios privados. Cada institución académica ha sido fundada con recursos públicos. Los profesores son formados para confeccionar sus propios exámenes, en lugar de pruebas estandarizadas.

“No existe el concepto de rendición de cuentas en el idioma holandés” Se confía en que los profesores cumplan bien su trabajo sin la motivación de competir”.

Y esto es porque…

2. El magisterio es una de las profesiones más respetadas

Los profesores no son mal pagados como, por ejemplo en Estados Unidos o Chile. De hecho, gozan de una alta valoración desde que Finlandia decidió que invertiría en la infancia como base para un desarrollo duradero.
Para ser maestro de escuela en Finlandia, los candidatos primero deben obtener al menos una maestría y completar el equivalente a un programa de pasantía. Los estudiantes de magisterio a menudo enseñan en escuelas básicas adjuntas a una facultad universitaria.

El resultado: contar con que los profesores conozcan lo mejor y lo más actual de la investigación pedagógica.

3. Finlandia pone oídos a la investigación

En Estados Unidos por ejemplo, los estudios analizan qué funciona en la sala de clases y lo que no sirve, se queda atascado en el barro de la política local de la junta escolar. Los padres argumentan que determinadas políticas no son “buenas” para sus niños.

En Finlandia, la investigación no carga con este lastre político. El gobierno decide su política educacional basado casi exclusivamente en la efectividad y si los datos muestran mejoramientos, el ministro de Educación y Cultura le da una oportunidad para probarla.

En todos los aspectos, la educación estadounidense es mucho más política que en Finlandia, donde esta es abordada como un asunto profesional.

En pocas palabras, Finlandia pone las manos a la obra.

4. Finlandia no tiene miedo a experimentar

Un gran beneficio de escuchar a los investigadores es que no te comprometes con fuerzas externas como el dinero o el poder político . A los profesores finlandeses se les anima a crear sus propios mini laboratorios de estilos de enseñanza, y a que conserven lo que funciona y desechen lo que no sirve.

Una lección para el mundo: una mentalidad experimental desde el ministro hacia abajo, puede guiar a los maestros a pensar libre y creativamente.

5. El tiempo para jugar es sagrado

Comparado con otros países donde el tiempo libre en el kindergarten ha venido disminuyendo desde las últimas dos décadas, la ley finlandesa exige darles a los niños 15 minutos de juego por cada 45 minutos de instrucción.
El enfoque viene de lo más profundo de lo finlandés, de la creencia casi de libro de cuentos de que los niños deben ser niños por el mayor tiempo posible. Su tarea no es crecer rápido para convertirse en máquinas de memorizar y dar exámenes.

Los resultados hablan por sí solos: estudios tras estudios comprueban que los escolares que tienen al menos un recreo diario de 15 minutos o más se comportan y trabajan mejor en el aula de clases.

6. Los niños tienen muy pocas tareas

De todas las cosas que las escuelas finlandesas ofrecen a sus niños, lo que brilla por su ausencia son las tareas. Muchos escolares reciben muy poco o nada de deberes para hacer en casa.

La filosofía se basa en un nivel mutuo de confianza compartido entre las escuelas, los maestros y los apoderados.
Los padres dan por hecho que los profesores han cubierto la mayor parte de lo que sus hijos necesitan en el transcurso de la jornada escolar y lo mismo asumen las escuelas. Si todos se involucran en la enseñanza, el trabajo extra a menudo se hace innecesario.

El tiempo libre en casa se reserva a la familia, donde las únicas lecciones que los niños pueden aprender son sobre la vida.

7. La educación preescolar es de alta calidad y universal

En Estados Unidos, algunas de las pocas oportunidades que tienen los escolares para ampliar su imaginación, ensuciarse y jugar se dan en la enseñanza preescolar. El problema es que a menudo se espera que los padres paguen por el kínder, dándose con eso origen a disparidades que pueden afectar al niño durante años.

Esto es algo que los padres finlandeses tienen totalmente garantizado: la guardería y el kínder son derechos asegurados hasta los 7 años, y más de un 97% de los niños entre los 3 y 6 años se benefician de al menos uno de ellos, según un informe de la radio NPR.

Como si esto fuera poco, los kindergarten son además excelentes. Todos van a la par con el programa pedagógico y preparan a los niños en un trayecto similar. Hasta el momento en que los niños empiezan a trabajar de verdad, los padres pueden confiar que en cada ciudad y pueblo del país se les está enseñando lo mismo.

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