Reseña de Emilia Larraechea
“Yo pienso que ir al colegio hoy en día es como comer arena -comer algo que no alimenta-”. Con estas palabras es que el recientemente fallecido, psiquiatra y maestro chileno Claudio Naranjo se refiere al modelo educativo imperante. Un sistema enfocado en las notas y en pasar exámenes, pero que no otorga las herramientas fundamentales que como sociedad necesitamos. Naranjo se destacó como un álgido buscador de las cuestiones esenciales de la vida. Este camino estuvo marcado por ser uno de los discípulos del fundador de la corriente terapéutica de la Gestalt: Fritz Perls, la investigación y terapia con psicodélicos y la creación del instituto SAT, de orientación psicoespiritual. En esta búsqueda, ha concluido que la educación es la mejor herramienta para la transformación social.
Siguiendo esta línea, escribió el libro “Cambiar la educación para cambiar el mundo”, en el que expone algunas de sus principales ideas y propuestas acerca del modelo educativo. En este se refiere a cómo, desde los comienzos de la historia, la institución escolar ha estado al servicio del organismo militar-industrial, y ahora financiero. En este sentido, la escuela ha sido la mano derecha del sistema económico predominante y ha servido como arma para su perpetuación. Esto se ha traducido en una educación crecientemente científica y autoritaria, útil para formar futuros trabajadores de empresas y bancos, que sean obedientes y dóciles.
Naranjo plantea que el problema central de la educación actual es que reproduce el peligrosamente obsoleto sistema patriarcal. Este se caracteriza por la concepción del hombre como dueño tanto de la tierra, como de las mujeres y niños, predominando un carácter depredador, colonizador y con espíritu de conquista. A su vez, se ha consolidado el imperialismo de la razón por sobre lo afectivo e instintivo, lo cual ha significado que el ser humano se vuelva contra su propia naturaleza e instinto. Esto ha terminado por construir una cultura moralista y punitiva, que criminaliza el placer y genera sufrimiento. En este escenario, Naranjo nos recuerda la importancia de conectarnos con la intuición, la cual es concebida como nuestro navegador, y el sistema educativo patriarcal, al reprimirla, nos desorienta y transforma en obedientes.
Debido a esto es que es necesario abandonar este modelo patriarcal y trabajar en una educación sanadora. Esta se caracteriza por una formación afectiva, interpersonal y que trabaje con la dimensión profunda de los seres humanos: la espiritualidad. Al respecto, indica que impera un tabú respecto a esta en las escuelas, pero es necesario retomar dicho aspecto, ya que independientemente de la religión, la espiritualidad es un aspecto fundamental para los seres humanos. En este sentido, plantea la necesidad de educar en, por ejemplo, prácticas de meditación o acerca del mensaje de los grandes genios espirituales, ya que nos enseñan modelos de mundo y existencia que muchas veces son más elementales que las historias acerca de guerras o combates.
Naranjo plantea como propuesta central en su teoría la educación a los profesores, ya que para inculcar valores se necesita encarnarlos. El trabajo con educadores debe estar ligado al aprendizaje de las competencias existenciales, en donde una de las más importantes es el amor.
Para llegar a este es crucial el trabajo del autoconocimiento y el amor propio, sobre todo en una sociedad que nos enseña a odiarnos y autoflagelarnos debido a la renegación de lo instintivo.
Es conmovedor observar que luego de toda la trayectoria de Naranjo, que pasa desde un doctorado en Medicina hasta estudios en Harvard, la conclusión a la que llega es una que se viene repitiendo ancestralmente. Las complejas elaboraciones teóricas en que se sostiene la academia, muchas veces no apelan a lo elemental y transformador que tanto el amor, como el simple término de jerarquías (ya sea hacia las mujeres como a la tierra), pueden llegar a ser. Para hacer una reforma realmente profunda en educación es necesario volver a esta esencia, a esta intuición elemental presente en cada uno de nosotrxs, que nos invita a construir una educación ya no para la dominación, sino que para el amor.
Principales referencias:
¿Educación para el Siglo XXI? Claudio Naranjo en Congreso Futuro 2017. URL: https://www.youtube.com/watch?v=hIHaDT3RnpU&t=2s
Conferencia de Claudio Naranjo: “Por una educación sanadora”. URL: https://www.youtube.com/watch?v=WwY4cz9xQXg
Naranjo, C. (2007). Cambiar la educación para cambiar el mundo. Editorial Cuarto Propio.
Fundación Claudio Naranjo. URL: http://www.fundacionclaudionaranjo.cl/
