Debido a las características de sus cielos, Chile cuenta actualmente con grandes observatorios internacionales, además de una serie de proyectos que lo posicionan como uno de los puntos de observación astronómica más importantes del mundo. Una posibilidad que abre una serie de ventanas para la educación.
A nivel mundial Chile es conocido como “los ojos del mundo”, porque en su territorio se encuentra en la actualidad el 40 % de la observación astronómica en el planeta. Un porcentaje que aumentaría al 70% en los próximos años, cuando se termine de construir el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT), el Gran Telescopio de Estudio Sinóptico de Coquimbo (LSST), el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT) y la ampliación del Atacama Large Millimeter Array.
Un punto importante también es la calidad de los astrónomos chilenos, quienes tienen acceso a un 10% de la observación en estas instalaciones. En cuanto a la formación, en nuestro país, ocho universidades cuentan con departamentos que trabajan la astronomía de manera profesional. Además, existe en territorio nacional más de una docena de instalaciones en el rubro, entre observatorios ópticos y radio observatorios, destacando por ejemplo el Observatorio Paranal (Very Large Telescope), La Silla y el Atacama Large Millimeter Array (ALMA), ambos dependientes de ESO. Se suman también Las Campanas, de la Carnegie Institution of Washington en asociación con la Universidad de Harvard y el MIT; Cerro Tololo y Gemini Sur, pertenecientes al consorcio AURA/NOAO (siglas en inglés de Association of Universities for Research in Astronomy/National Optical Astronomy Observatories).
Un enorme potencial que ha convertido a nuestro país en el epicentro de investigaciones y encuentros, pero que también entrega un mundo de posibilidades para la educación. Esto porque a través de la astronomía, los niños y niñas pueden acercarse a conceptos de física, química, matemática y biología, además de estimular el pensamiento crítico y llevarlos a reflexionar sobre conceptos como el infinito o la formación de la vida.
Un aprendizaje que no solo puede obtenerse por medio de la educación formal, sino también utilizando las herramientas que entrega la tecnología actual, como aplicaciones en celulares para ver el cielo nocturno, o navegando por Google Sky o el nuevo sitio web creado por EducarChile en 2015: Chile Ventana al Universo. Además, es posible visitar entidades como el Planetario u observatorios que cuentan con este servicio de recorridos guiados, o participar en talleres como los que da la Asociación Chilena de Astronomía y Astronáutica (Achaya).
Por otro lado, desde 2009 se realiza la Olimpiada Nacional de Astronomía y Astronáutica (ONAA), un encuentro científico interescolar y una competencia de conocimientos sobre astronomía y astronáutica. Una instancia creada por profesores, que ha crecido hasta lograr el apoyo de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) y algunos de los observatorios profesionales que operan en Chile. De este modo, los alumnos que resultan ganadores de la Olimpiada, pueden participar en la versión internacional de este evento, la Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica (OLAA).
Una oportunidad para el aprendizaje de habilidades duras y blandas única, para la que solo basta levantar la mirada para tratar de mirar más allá de nuestros límites.
Sitios de interés:
Sitio Chile Ventana al Universo: http://www.astronomiaenchile.cl/
Asociación Chilena de Astronomía y Aeronáutica, ACHAYA: http://achaya.cl
Olimpiada Nacional de Astronomía y Astronáutica: http://www.sochias.cl/olimpiadas/