Hace unos meses publicamos un artículo introduciendo a la Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS) como proceso a nivel global, apoyado por la UNESCO y reforzado en mayo de este año en el Foro Mundial de la Educación en Incheon, República de Corea. Ahora revisamos algunas de las iniciativas realizadas a nivel gubernamental en Chile. ¿En qué situación estamos?
Luego de que en diciembre de 2002 la Asamblea General de las Naciones Unidas lanzara su “Declaración del Decenio para la Educación para el Desarrollo Sustentable (2005 al 2014)”, designando a la UNESCO como organismo responsable de su promoción, el término “sustentable” empezó a sonar con mayor frecuencia en diversos aspectos, pero especialmente en los organismos encargados de la formación de un país. De hecho, Chile ratificó este compromiso a través del Ministerio de Educación, en la Reunión UNU-APEC Education Network, en Japón, en agosto del año 2004.
En términos prácticos, esto derivó en la creación oficial de una Política Nacional de Educación para el Desarrollo Sustentable, en abril de 2009, que contó con el apoyo de los ministerios de Educación; Medio Ambiente; Obras Públicas; Economía, Fomento y Turismo; Minería; Vivienda y Urbanismo; Transportes y Telecomunicaciones; Desarrollo Social y Agricultura. Centrado en un principio en temas medioambientales, comenzaba introducir el proyecto dentro de un horizonte para el desarrollo sustentable, afirmando de paso que “la principal herramienta para alcanzar esta meta es la educación. No sólo aporta conocimientos, sino que entrega competencias para que las personas puedan desarrollarse en plenitud”.
De hecho, otro paso importante en esta materia se dio con la Ley General de Educación (Ley 20370 o LGE), publicada en el Diario Oficial el 12 de septiembre de 2009, que incluye entre los principios en que se inspira, literalmente, la diversidad, integración (condiciones sociales, étnicas, religiosas, económicas y culturales), sustentabilidad e interculturalidad.
Según explica el Ministerio de Educación, a través de un documento lanzado en 2013 para el fomento de una Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS), la construcción de una sociedad que integre estas características “requiere de una educación orientada a fortalecer los conocimientos, habilidades y actitudes que posibiliten a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos a reflexionar y tomar decisiones fundamentadas para actuar en sus respectivos contextos, sea la familia, la escuela, el barrio, la comuna, la ciudad o el país, como un ciudadano comprometido en el abordaje responsable de los problemas sociales, económicos, culturales y ambientales, en un marco democrático, participativo, inclusivo y sin discriminaciones” (http://www.mineduc.cl/usuarios/convivencia_escolar/doc/201304191710290.comunidad_educativa_sustentable.pdf).
Este fue uno de los motores de creación de un área especial de Mineduc, en 2012, cuyo objetivo inicial fue incorporar el componente de EDS a los establecimientos educacionales chilenos, y que en 2014 pasó a llamarse Unidad de Transversalidad Educativa. Desde esta unidad, se integran y difunden contenidos relacionados con sustentabilidad, visto como “un ejercicio ciudadano que propone formar personas conscientes de la relación con el espacio en que viven y de la influencia que ellas ejercen mediante las diferentes decisiones que toman respecto a sí mismos, el modo en cómo se relacionan con otros, con el entorno cultural y a la relación con el medio natural, entre otros”.
Actualmente el plan de EDS en Chile se basa en tres pilares fundamentales en términos de gestión: curricular, institucional y de entorno. El primero tiene que ver con relevar estos contenidos dentro del aula de clases en diversas materiales. Actualmente el tema se trata principalmente en Lenguaje, Ciencias Naturales, Tecnología, Historia y Geografía, en un intento por ir más allá de la educación ambiental y plantear la sustentabilidad como parte de la economía, políticas, visión de ciudad, entre otros.
Todo esto como parte del currículum nacional, integrado por objetivos fundamentales, transversales y contenidos mínimos obligatorios, que cambió para la Educación Básica (1° a 6° básico) en 2013 y que está en revisión actualmente para el resto de los cursos. Cabe destacar además que se ha integrado a los jardines infantiles en los programas de EDS, a través de charlas, seminarios y documentos enfocados a este periodo formativo (http://www.mineduc.cl/usuarios/convivencia_escolar/doc/201309271451060.EDS-Parvularia.pdf).
La gestión institucional, en tanto, se enfoca a convertir a las escuelas en módulos de incorporación de gestión escolar e iniciativas en EDS. Por ejemplo a través de huertos escolares y áreas verdes. Y en cuanto al entorno, implica ampliar el círculo posicionando a la escuela como centro que se vincula con el territorio, localidad, comuna y región.
Gestión medioambiental
Como comentamos anteriormente, la visión de EDS en Chile partió con una mirada puramente ambientalista. Por esto, desde 2003 funciona en nuestro país el Sistema Nacional de Certificación Ambiental para Establecimientos Educacionales (SNCAE), iniciativa conjunta entre el Ministerio de Educación, el Ministerio del Medio Ambiente, UNESCO, la Corporación Nacional Forestal, la Dirección General de Aguas y la Asociación Chilena de Municipalidades.
El SNCAE busca crear y transmitir a la comunidad educativa conocimientos, promover acciones, un cambio cultural para la sustentabilidad ambiental, y la mejora de la calidad de vida. Todo bajo el alero de un aprendizaje que tiene por sentido la convivencia de manera respetuosa e integrada con el medio, equilibrando el crecimiento económico con la equidad social y la protección de los recursos naturales.
Con una gran acogida, ya que desde sus inicios hasta hoy más de 900 establecimientos educativos de nivel parvulario, básico y medio en todo el país cuentan con alguno de los tres niveles de certificación ambiental: Básico, Medio y Excelencia.
En esta línea está también el Club de Forjadores Ambientales, una iniciativa promovida por el Ministerio del Medio Ambiente desde 1999, que desarrolla por medio de una red de adultos mayores, estudiantes, organizaciones sociales, vecinales, territoriales y funcionales líderes, actividades de promoción, difusión, protección y cuidado del medio ambiente.
Los Clubes de Forjadores Ambientales se encuentran en todo el país, desde Arica a Punta Arenas, constituyéndose en una red con más de 1.500 clubes, y cerca de 55.000 integrantes. A esto se suman productos de difusión como la revista y el boletín de Educación Ambiental, disponibles en línea en http://www.mma.gob.cl/educacionambiental/.
Una mirada desde el consumo
El Servicio Nacional del Consumidor, Sernac, parte del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, también ha sido uno de los organismos que ha apoyado en Chile el desarrollo en EDS, a través del Programa Escolar de Educación Financiera. La iniciativa está dirigida a establecimientos educacionales municipales o particulares subvencionados, que impartan enseñanza básica y/o media, y tiene como base la Ley N°20.555 del SERNAC y las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) respecto a la necesidad de impulsar este tipo de programas a los estudiantes.
De acuerdo al Sernac, el principal objetivo del Programa Escolar de Educación Financiera consiste en “formar ciudadanos críticos frente a las presiones del mercado, capaces de exigir sus derechos, tomar decisiones de consumo informadas y responsables en las distintas etapas de la vida, generar ahorro y prevenir el sobreendeudamiento”.
Para eso se utiliza un sistema de aprendizaje activo, en el que los y las alumnas utilizan sus propias experiencias sobre el tema, con el apoyo de los docentes y el material elaborado por el Programa de acuerdo a las bases curriculares establecidas por el Ministerio de Educación para las diferentes asignaturas, incorporando asimismo recursos didácticos.
Entre éstos destaca la serie Planeta Consumo, dirigida a jóvenes de tercer año de enseñanza media, donde dos jóvenes estudiantes hacen un recorrido por el mundo del consumo para conocer, preguntar y experimentar experiencias que les permitan tomar las mejores decisiones. Aquí hay un capítulo especialmente dedicado al consumo sustentable (el nº 3).
Los videos están disponibles en http://www.sernac.cl/educacion-para-el-consumo/videos/planeta-consumo/ y todos vienen con fichas de apoyo docente.
Claro que estas son algunas de las iniciativas y herramientas de EDS en Chile desde la perspectiva de una política gubernamental. Sin duda hay muchas otras en distintos ámbitos, que van desde el currículum escolar hasta el proyecto educativo institucional, pasando por la relación entre alumno/a y profesor/a, celebraciones escolares, actividades deportivas y más. Todas enfocadas al mismo foco: construir una sociedad sustentable en términos ambientales, económicos y sociales, donde se respete y valore la diversidad, la convivencia sana y donde todos seamos importantes. ¿Y ustedes? ¿Qué hacen por apoyar esta visión?
Enlaces de interés:
Política Nacional De Educación Para el Desarrollo Sustentable (2009): http://www.sinia.cl/1292/articles-46509_recurso_2.pdf
Mineduc: http://www.convivenciaescolar.cl/
Certificación de establecimientos educacionales: http://www.mma.gob.cl/educacionambiental/1319/w3-propertyvalue-16354.html
Sernac Educa: http://pef.sernaceduca.cl/