Según datos del Atlas de las lenguas en peligro de la UNESCO, existen aproximadamente 7000 lenguas vivas en el mundo, muchas de las cuales se extinguirán de aquí a 2100. Y cuando una lengua muere, con ella también desaparece el patrimonio humano que porta, el conocimiento local, un pedazo de la historia humana.
Para Juan Francisco Bascuñán, director de Planeta Sostenible, “es importante que este mensaje llegue a las nuevas generaciones, para que reconozcan la riqueza lingüística que heredan, para que actúen para preservarla y, especialmente, para que disfruten estas distintas formas de hablar que tenemos los humanos, que nos permiten acceder a realidades diversas”.
Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) indica la importancia de este tema, ya que “las lenguas son nuestra identidad, nuestra historia, nuestro modo de pensar y nuestros conocimientos. Promover la vitalidad de las lenguas es promover nuestra riqueza cultural y nuestra diversidad como pueblos. Esta publicación busca poner en valor nuestras lenguas, no solo como una forma de comunicarnos, sino también como una forma de reconocernos en nuestras diferencias, valorando la diversidad de nuestras culturas y modos de vida”.
En el lanzamiento del libro, realizado el 9 de agosto (Día Internacional de los Pueblos Indígenas) en el Centro Cultural La Moneda, Santiago, Bascuñán relevó la importancia de las lenguas para la conservación biocultural: “Los conocimientos tradicionales que viajan a través de las lenguas originarias son fundamentales hoy para la sustentabilidad del planeta, puesto que sus titulares han vivido cerca de la naturaleza, adquiriendo una rica experiencia en conservación de plantas y animales. En el contexto de la evolución biocultural, las lenguas son de alguna manera un órgano vivo que nos permite hablar con la naturaleza y que ella hable con nosotros. Precisamente por esto la lengua del pueblo Mapuche se llama mapuzugun, el habla de la tierra (mapu = tierra, zugun = habla). El mapuzugun contiene el secreto del habla de los pájaros, de los árboles, de los volcanes, del mar. En esa rica y diversa trama de conversaciones, experiencias y saberes están seguramente las soluciones para resolver los problemas producidos por el calentamiento global o las alternativas para lograr la conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Si perdemos las lenguas y sus culturas, los seres humanos quedaremos aislados, sin conexión con el medio en el que vivimos”.