En el contexto del lanzamiento de Santiago: 7 Recorridos a Pie, realizado en la Feria Internacional del Libro de Santiago 2015 el domingo 1 de noviembre, Juan Francisco Bascuñán, Director de EDITORIAL PLANETA SOSTENIBLE, dialogó con Magdalena Von Holt, historiadora y Directora de Proyectos de Cultura Mapocho, y el arquitecto Pedro Encina. A continuación, un resumen de las reflexiones realizadas por Bascuñán durante su presentación:
Los lanzamientos de libros, como ustedes saben son como bautizos, en donde les deseamos a la obra el mejor destino, para que fructifique en el tiempo y se divulgue lo más posible entre todos los que quieran verla y apreciarla.
(…) Antes de pasarle la palabra a los presentadores, me gustaría comentarles brevemente por qué la Editorial asumió el desafío de hacer el libro. Primero, porque a PLANETA SOSTENIBLE le interesa sobremanera la protección y difusión del patrimonio y la diversidad cultural. Porque cuando lo protegemos resguardamos también una diversidad de miradas. En el caso del libro, hablamos de formas de construir barrios, de ordenar el territorio, entre otros. Miradas que estimamos, deben transmitirse a generaciones futuras.
Porque esa diversidad cultural es un compendio de respuestas. Es un haber cultural que, en definitiva, amplía nuestras posibilidades de elección. Porque cuando sabemos lo que ha ocurrido, qué ha funcionado o qué no lo ha hecho, en definitiva eso nos permite elegir mejores futuros posibles.
Esa misma diversidad que impregna el patrimonio de Santiago, es también fuente de creación ilimitada. Ello porque si bien la posibilidad creativa y de innovación tiene su fuente al interior de las tradiciones culturales, éstas se desarrollan al máximo en contacto con otras tradiciones. Como ejemplo basta ver cómo se ha enriquecido cocina chilena en su unión con la cocina peruana, y viceversa.
Este diálogo entre tradiciones, entre modelos culturales, este respeto por la diversidad, es la verdadera garantía para la Paz.
Cuando invisibilizamos culturas que han participado en el modelamiento de la cuenca que ocupa Santiago, como lo hemos hecho históricamente con las precolombinas, no solo negamos la riqueza de esa diversidad dialogante, sino que mantenemos el conflicto que sigue afectando el alma de este país, impidiendo su maduración y evolución colectiva.
La segunda razón por la que hicimos este libro es porque creemos que puede ayudar a mejorar la educación en Chile. Y ese es un objetivo esencial de nuestra editorial.
En este texto hay un interés de desarrollar el “sentido histórico de la vida”, pues intentamos entregar elementos que permitan construir a los niños, niñas y jóvenes una imagen del mundo en el que viven.
Intentamos entregar herramientas para mejorar la comprensión del entorno en el que se desenvuelven, para que puedan definir de mejor manera su futuro. Y por ello el libro no es una compilación de hitos aislados. Detrás hay una mirada sistémica, que explica las dinámicas de los movimientos sociales, políticos y económicos, que han dado forma al Santiago que hoy habitamos.
No nos interesa que las nuevas generaciones sepan de memoria datos, nombres o cifras. Más bien queremos que comprendan en su profundidad, los procesos que explican la formación de su ciudad.
La tercera razón de la publicación es que nos interesa favorecer y promocionar estilos de vida más sustentables, que estén en armonía con nuestro entorno y naturaleza. En ese sentido, este libro es una invitación a pensar y hacernos conscientes del impacto de nuestras acciones, y en especial de la forma de turismo que hacemos.
Como saben la industria del turismo es una de las más grandes del mundo. En cifras, en 2001 se calcularon mil millones de viajes. Más del doble que hace 25 años atrás.
Ahora bien, los viajes en avión son los causantes de la destrucción de la mitad de la Capa de Ozono. Por otro lado, las emisiones de automóviles implican el 25% de los gases efecto invernadero, y hay a la fecha casi 900.000 millones de autos, la mayoría en Estados Unidos. ¿Qué hacer entonces con tamaño impacto del turismo?
Hay alternativas. Las Naciones Unidas trabajan por ejemplo en un pasaporte verde, que se obtiene cuando se viaja a lugares asociados al cumplimiento de objetivos de conservación, o a centros hoteleros que utilicen de manera justa los recursos locales, evitando las compañías transnacionales.
Pero queda mucho por avanzar. Y en esa línea, sería relevante que los encargados de tomar las decisiones en Chile, desde los encargados de la modificación de la Constitución hasta los Directores de Obras de los Municipios, consideraran que el patrimonio y la diversidad cultural cumplen funciones fundamentales. En torno a generar posibilidades de elegir, de garantizar la Paz y fomentar la innovación.
Todo esto es muchísimo más importante que la ganancia inmediata y miope de las inmobiliarias, que destruyen el patrimonio en Santiago a diestra y siniestra, en colusión con la falta de regulación legal.
Hay mucho que avanzar, sin duda en mejorar la educación, para que nuestros niños y niñas se encaminen hacia la comprensión verdadera de la historia y de la cultura. También hay mucho que avanzar en materia de hacerse conscientes del impacto de nuestras acciones sobre la Madre Tierra, y comprender que con pequeños cambios podemos hacer grandes cosas.
Esperamos que este libro que presentamos hoy, sea un aporte en ese sentido.